miércoles, 11 de julio de 2007

Katamaaaaari damasssssssssy!!!

(¿Quién se ha comido las fresas?)

El otro día se nos estropeó el transbordador cuando volvíamos de una inspección rutinaria por el cinturón de asteroides. Nos pasamos 27 horas mirándonos las caras cada vez más transparentes sobre el fondo de luz de emergencia. El toque rojizo parpadeante podía llegar a marearte...
Lo peor era tener que estar con el traje de descompresión puesto. Apenas puedes moverte sin pisar a los demás (la cabina no es muy grande que se diga y el protocolo marca que toda la tripulación debe quedarse en la zona de carga, por si nos llega una tormenta solar y cosas por el estilo).

Las horas pasaron leeeeeeeeee-e-e-e-e---entamente.
Ya os digo ahora que la comida con forma de barrita y de color chocolate con grumos deja de ser divertida cuando llevas comidas diez... sabor tofu, sabor frutas, sabor chococrispis... la verdad es que todas saben como si tuviras la boca llena de plátanos verdes y decidieras darle otro mordisco a un trozo de pan duro con incrustaciones de tofu y cebolla frita...
aisssssssss....
...
vaya! me está cogiendo hambre!
... debe ser un efecto secundario (como un síndrome de estocolmo desarrollado hacia el aliño casero...).

A lo que iba: para que no se hiciera demasiado larga la espera alguien tuvo la idea genial de desconectar el sistema auxiliar de detección de obstáculos así que nos tuvimos que pasar las 27 horas mirando sin parar por las escotillas (supongo que se trataría del mismo gracioso que dejó el termostato de la estación atascado a 40 grados...). Nada de turnos, había escotillas suficientes como para ir corriendo por ellas (¿a qué ingeniero lumbrera se le ocurrió que una cabina de transbordador necesitaría 40 escotillas repartidas a intervalos de 20 centímetros?). En fin, estábamos entretenidos.

Debido a nuestra forzada contemplación del espacio exterior nos dimos cuenta de un fenómeno de lo más curioso que tenía lugar más allá de la cuadratura Rea/Tetis: aparecían y desaparecían estrellas... u otros cuerpos celestes, no estaba claro. Decidimos investigar inmediatamente el asunto. Pasamos olímpicamente de la alarma que nos aconsejaba seguir en la bodega y nos dedicamos a analizar toda la zona en busca de explicaciones.
Una de las sondas con cámara aun estaba operativa y para allá que fue... lo que nos rebeló fue algo.... algo...
extraordinario?
digamos que extraordinario nos bastará de momento...

Os voy a poner unas imágenes que hablan por si solas... Juzgad vosotros mismos...

Pues sí, es lo que parece... un Caxo Rey con un traje de licra muy muy ajustado (¿hacía falta?). Su buecencia tuvo a bien en asistirnos en nuestro apuro en cuanto tuvo noticia (enseguida... según se presentó es el Rey de Toooodo el Universo y claro está, lo tiene que saber todo...). Al parecer se dedica a fabricar cuerpos celestes a base de apretujar en una pelota todo tipo de cosas... cuando se enteren de esto nuestros científicos en casa se les va a caer el alma al suelo... tanto tiempo empleado estudiando física, química, biología.... en fin.
Nos invitó a uno de los nuevos planetas en los que estaba trabajando. Os mando otras imágenes de la aproxmación:
Nos prometió un transporte que nos llevara de vuelta a la estación, así que aceptamos de buen grado su hospitalidad... lo que no sabíamos es cuanto nos cambiarían las pocas horas que pasamos allí...
Ahora surgen brotes espontáneos de manifestaciones reales por cualquier lugar y en cualquier momento. Creo que no estábamos preparados para conocer la Verdad de la Creación...
Los chicos de Rea están entusiasmados con el asunto.
Se pasan el día teorizando disfrazados de rollo de papel de water venido a más...


DEDICADO A PEPITO PEPINILLO,
felices XX años haciendo festivales olé-olé!
from retrospect 2.07.2007

Podéis encontrar más información de este fenómeno en la web oficial de Katamari

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